Bueno, pues digamos que mi nacimiento como entrenador fue aquí en el Navega, de pequeño jugaba a todas horas al fútbol, dormía hasta con las botas que me regalaban con las que el día siguiente iba a jugar el partido, en prebenjamín jugaba en el equipo del colegio a futbol sala en el Colegio San Agustín, pero en cuanto al fútbol, me inicié como jugador, precisamente, en el Navega, a los 8 años, por aquel entonces sólo disponía de equipos desde alevín, mi paso fue fugaz (media temporada) ya que sólo podía entrenar y encontramos un equipo que tenía benjamines, el Sporting Garrido, en el que estuve 4 años, tras el interés de la UD.Salamanca y UD.Santa Marta me vinculé al club tormesino donde estuve otros 4 años y, hasta que las múltiples lesiones de rodilla me lo permitieron, mi último año fue el de Cadete Regional.

Siempre me había gustado hacer alineaciones, desde muy pequeño, y hacer movimientos con los jugadores a ver qué pasaba en el transcurso del juego. Y Hace 4 años, tomé la decisión de preguntar por los equipos para ver qué tenía que hacer para ser entrenador, por el primero que empecé fué por el más cercano a casa, el C.D Navega y me encontré en la puerta del club, para mi sorpresa, con mi amigo y ex compañero de la U.D Santa Marta, Adrián (actual entrenador del Femenino CD.Salamanca F.F.), por aquel entonces llevaba parte de la coordinación del club. 

Me disponía a preguntar si había un equipo libre y justo me dijo que había uno, el Benjamín A, para el que no encontraban a nadie que pudiera entrenar y acepte.

Desde entonces y, muy contento, llevo cuatro años en este fantástico club, practicando lo que más me gusta, ser entrenador.

Buen entrenador no sé, pero para ser entrenador de éstas categorías de iniciación, desde mi punto de vista, debes marcarte un guión de lo que quieres que aprendan tus jugadores a lo largo de la temporada, para ello, debemos perfeccionar los aspectos básicos (técnicos, tácticos y psicológicos en el plano futbolístico) y luego "por escalones" ir progresivamente incrementando el nivel, nivel que debes saber valorar, fijando dichos escalones de complejidad con la experiencia adquirida de otros años y, en función de eso, la tarea para los chicos le será más o menos beneficiosa.

Tengo muchos, no sabría decirte sólo uno...

  

Como cualquier otra temporada, marco dos objetivos:

En plano actitudinal, el primero que los niños se conozcan cada vez mejor (fortalezas y debilidades con respecto a los rivales) a lo largo de la misma, mejorar en pequeñas dosis su faceta individual de liderazgo, ser ambiciosos, saber actuar en decisiones complicadas, compartir con el compañero que, aunque esté muy dicho ya, es un deporte colectivo y ese aspecto es de los más importantes, en general, a ser deportistas. Sabiendo, además, aplicar todo eso respetando a los rivales, compañeros, árbitros y gente que rodea el fútbol que ellos practican.

Y en el plano actitudinal, enseñarles lo máximo posible, sobre todo y recalco, en estas categorías inferiores, de manera progresiva y controlada. Y, a la vez, les meto un poco de "caña" en cuanto a objetivos competitivos, tampoco excederse, pero a veces hay que recordarles que hay una clasificación que también te indica a la larga, si estamos (también en autocrítica) o no aprendiendo o aprovechando las horas que vamos a entrenar. 

El fútbol en Salamanca, lleva decayendo desde hace varios años, cada vez son menos los equipos que nos representan en categorías superiores a regional, y eso es producido por muchos factores, la crisis afecta en gran proporción en este deporte, porque ya de por sí, los equipos de Salamanca tenían poco dinero, con ella, menos.

Hay algo que sí se está llevando bien, bajo mi perspectiva, y es la formación de campos de hierba artificial o natural en la mayor parte de los equipos de Salamanca, eso beneficia mucho a los chicos desde su formación, es mucho más productivo para su aprendizaje tener un campo en buenas condiciones, ya que se amplía el abanico de aspectos a enseñar y cosas que, en campos de tierra, no se podían enseñar de una manera adecuada.

Pero, de nada sirve, porque una vez superada la categoría de juveniles, y a veces incluso antes, la gente tiene que estudiar o trabajar y, en la mayor parte de los casos por no decir en todos, incentivos salariales por parte de los equipos vienen bien para que esa gente se "sacrifique" un poco más y acuda a ambas cosas, pues es un factor bastante motivador, incentivos salariales que, por desgracia, los equipos de Salamanca no disponen, y esos jugadores deciden marcharse a equipos de cafeterías para despejarse de toda la semana de trabajo con el partidito de los sábados por la tarde. Y contra eso, no se puede luchar...