Roberto Pérez, entrenador de nuestro Alevín D que esta pasada temporada ha militado en el Grupo 4 de la 3ª División Provincial Infantil, comienza su valoración de la temporada haciendo alusión precisamente a lo estrambótico de la competición liguera en la que han militado, que sin duda condicionó el comienzo de la pretemporada: “Este equipo había logrado el ascenso la temporada anterior en categoría Benjamín. Todo eran ilusiones y buenas expectativas para afrontar su primer año en Alevín, pero cuando vimos el calendario de la Liga en la que teníamos que competir y que sólo había 5 equipos, todo se empezó a torcer”.
“A raíz de la composición de la Liga con sólo 5 equipos, se produjo una desbandada general de jugadores que nos dejó en cuadro, teniendo que incorporar más niños nuevos, lo que supuso tener un equipo prácticamente nuevo”, señala el entrenador del Alevín D. Tal y como indica Roberto, tras muchas “batallas” propias de un equipo nuevo, se llegó a una armonía en el vestuario que se fue traduciendo poco a poco en el campo durante la pretemporada.
Inmersos ya en la competición, Roberto afirma que el mejor momento de la temporada ha sido precisamente “la evolución del equipo semana tras semana, ver que los jugadores hablaban entre ellos o la consonancia que había en los entrenamientos hasta hacerse esa piña en la que se ha convertido este grupo”.
Respecto a los objetivos, el míster no duda en afirmar que a raíz de los problemas con la Liga de 5 equipos y la reestructuración del equipo, las metas cambiaron radicalmente: “Éramos un equipo dolido, sin ilusión y sin ganas de jugar. En los partidos todo funcionaba hasta que encajábamos un gol. En ese momento la desilusión hacía su aparición para desencadenar en derrota tras derrota”.
Con este panorama, Roberto decidió que las sesiones semanales se convirtieran en juegos para reforzar la autoestima de sus jugadores, sobre todo “con partidillos que eran auténticas batallas de supervivencia”, según indica el propio entrenador: “Ahí no se daba nada por perdido hasta el pitido final. Eso se vio reflejado enseguida en los partidos de competición liguera”. “Ya no era tan sencillo hacernos goles y, sobre todo, hasta que el árbitro no decretaba el final del partido, la lucha sobre el césped estaba asegurada”, recuerda Roberto.
Fruto de esa competitividad y ese gran progreso del equipo, el entrenador del Alevín D tiene grabado a fuego en su memoria un momento de esta peculiar temporada: “En el penúltimo partido que jugamos, en casa del líder, nos marcan un gol en el minuto 1, pero gracias a ese espíritu de sacrificio de nuestro equipo, ellos terminaron pidiendo la hora…”. El fútbol fue justo con este grupo, ya que en la que a la postre sería la última jornada de la temporada 2019-2020 consiguió su primera victoria del curso.
Roberto destaca por encima de todo la “felicidad de ver sonreír a aquellos jugadores que a principio de temporada estaban tristes”. Además, el entrenador del Alevín D agradece que “el club me haya dejado trabajar aunque las cosas no hayan salido como se esperaba, así como el apoyo recibido por la gente de alrededor del equipo a pesar de los resultados tan negativos. Gracias a todos”.
LA TEMPORADA DEL ALEVÍN D, EN NÚMEROS
Posición - 5º (5 puntos)
PG - 1
PE - 2
PP - 10
GF - 12
GC - 57
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