Partido muy disputado y complicado el que afrontó el Infantil B en su visita al
Villares de la Reina.
Los locales plantearon un partido fosco y en el que quisieron
aprovechar su mayor corpulencia y poderío físico enviando balones aéreos
durante todo el encuentro, además de una extrema dureza en varias fases del
mismo.
A pesar de ello, el Navega mostró su lado más guerrero para conseguir
tres puntos más que le siguen manteniendo en la parte alta de la clasificación.
Tras sacudirse la presión inicial del Villares, se adelantaron los visitantes en el
minuto diez de la primera parte tras una jugada de Evaristo por la banda izquierda
que remató de cabeza al segundo palo Álex Pérez. Tras el gol, el Navega se mostró
más sólido en defensa, aunque pasando ciertos apuros para despejar los
numerosos balones aéreos que enviaba Villares en medio de un vendaval,
complicando también en un par de acciones a Izan.
En la segunda mitad el Navega se hizo el dueño del balón, intentando llevar a
cabo su propuesta futbolística del juego combinativo y vistoso, pero en
ocasiones resultó imposible por la excesiva contundencia del Villares de la Reina,
con entradas desproporcionadas y castigadas oportunamente por el árbitro.
Cuando mejor estaba el conjunto visitante, disponiendo de ocasiones de gol, y
controlando el partido, llegó el tanto del empate por parte del Villares. Ese gol fue
un empujón más al Navega, que quería llevarse los tres puntos sí o sí.
Fue entonces cuando el equipo
sacó a relucir su mejor versión
en todo el encuentro, dominando
claramente el choque, haciéndose
fuerte en las acciones de disputa y
mostrando criterio a la hora de
generar ocasiones.
Tras varios acercamientos con
peligro no materializados en gol, en
el minuto 25 llegaría el tanto que
pondría por delante a los
visitantes. Javi envió el balón al
fondo de la red tras una buena
acción combinativa del equipo.
Con el resultado a favor, el equipo
supo gestionar su renta,
aguantando las oleadas de balones
bombeados del Villares, que seguía
empleándose con muchísima
dureza en todas las acciones, tanto
defensivas como ofensivas.
En el minuto 35 de la segunda mitad llegaría la sentencia tras una gran jugada de
Marco en el centro del campo, recuperando el balón, driblando y sorteando a
tres rivales que intentaron derribarle en repetidas ocasiones, y enviando un balón
entre líneas a Evaristo, que sentenciaría en un mano a mano con el portero
local para cosechar una nueva victoria.